Gene Kelly, optimista patológico.
Gene Kelly, optimista patológico. Incluso bajo la lluvia.

Mi cara no tiene un gesto intermedio entre la seriedad y la sonrisa. Lo que supone en problema. Muchas veces me preguntan si estoy enfadado o preocupado y se me hace raro explicar que mi cara no tiene un gesto intermedio entre la seriedad y la sonrisa. Podría practicar la media sonrisa, pero sería un gesto forzado. Si nadie me mira y nada me hace reír, yo estoy eminentemente serio. Y así me descubro cuando me sorprendo en algún espejo, sin tiempo de forzar una media sonrisa.

Para alguien como yo, incapaz de sonreír sin motivo, resulta fascinante observar a esas personas que caminan por la calle con una sonrisa en los labios. Me conmueven, lo digo en serio. Los tengo por héroes anónimos, por nudistas de la felicidad.

Bien, pues asómbrense ahora: últimamente soy integrante de ese grupo naturista. De un tiempo a esta parte, mis paseos están llenos de risas. Al principio me reía con cierto pudor, pero ahora ya me río sin complejos, a carcajadas si es necesario.

Jamás imaginé la reacción de la gente con la que me cruzo: no me toman por loco, sino que me sonríen, como si contestaran un mensaje que yo no soy consciente de estar transmitiendo. Después de unos cuantos paseos he llegado a la conclusión de que hay una sociedad secreta de personas con ganas de reírse pese a la lluvia, pese a la coyuntura internacional y pese a los imbéciles que acechan.

Olvidé decir qué es lo que me hace gracia. Durante cada paseo escucho ‘Nadie sabe nada’, el programa de Andreu Buenafuente y Berto Romero en la Cadena Ser. Ellos son los responsables del lifting operado en mi rostro. Uno estira un moflete hasta la oreja más próxima y el otro me engancha un carrillo hasta el pabellón auricular más cercano. El resultado es una sonrisa como una rodaja de melón. Contagiosa, debo advertirles. El resto del tiempo, eso sí, me encontrarán eminentemente serio.

2 comentarios en «Sobre cómo reírse pese a todo»
  1. Me satisface compartir programa de radio y risas con usted. Si la gente escuchase más ese programa todo el mundo sería más feliz, reiría más y la vida sería más llevadera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *