Kobe Bryant, número registrado.
Kobe, la marca del zorro. O de la mamba.

 

Por Carlos López Vivas

Con los ídolos ocurre algo extraño: los que tenías a los diez años son los que te marcan. Luego por tu vida pasan grandes jugadores –o músicos, artistas o escritores– pero ya no es lo mismo…

Con doce años quedarse a ver “Cerca de las Estrellas” era jugar a ser mayor. Lo mismo que luego a los catorce levantarse para ver el porno codificado del Plus. De esa forma descubrimos todos la NBA a finales de los ochenta. Y las vaginas sin vello púbico a principios de los noventa, intuidas entre rayas en blanco y negro. Sí, sin vello púbico, para desgracia de Esteso, no como las del Interviú que ya le hojeabas –con y sin “h”– a tu padre, que él compraba sólo por los artículos de opinión.

Había que elegir, y yo era de Magic Earvin Jonhson y el resto del mundo era de Michael Jordan. Yo tenía muy claro que Jordan era Dios, pero siempre he buscado ponerme la etiqueta de “ser el raro”. Lo hago sólo por vanidad, porque tiene más caché.  También era de Míchel y no del Buitre…

Después de ellos ninguno te marca tanto. Es algo totalmente sentimental, no intenté buscarle nunca una explicación lógica. Sé –lo sé– que Cristiano es mucho mejor que Míchel, y que Messi le da mil vueltas a Butragueño. Pero nunca llegarán a su nivel. Lo siento.

Todo esto es lo que me pasa con Kobe Bryant. Lo siento de nuevo. Seguro que la Mamba Negra no está muy lejos de Jordan, que podría dar las asistencias sin mirar de Magic y ganarle un concurso de triples a Bird. Pero apareció cerca de mis veinte años, y ahí ya no hay hueco para ídolos.

Aun asi, sé –vuelvo a repetir que lo sé– que se acaba de retirar el mejor jugador de baloncesto del siglo XXI. De lo que va de siglo XXI, claro.

La realidad es que tras veinte años va a colgar la camiseta en el techo del Staples el jugador más joven, en su momento, en debutar en la NBA, con 18 años, directamente desde el instituto (aunque luego le superó Jermaine O’Neal). Y que después de eso vino una mano entera de anillos de campeón, y fue el tercer máximo anotador de la historia de la competición (tras Jabbar y Malone), tres veces MVP (incluyendo temporadas o finales), estuvo once veces en el cinco de la temporada, dieciocho veces en el all star, fue dos veces campeón olímpico y marcó 81 puntos en un partido. Creo que tengo poco más que añadir…

Y eso es a nivel simplemente pragmático, frío, Y la devoción nunca llega sólo por ahí. Te enganchan otras cosas. Pero es que –claro que lo sé– a nivel estético también lo tenía todo: mates, fintas, pases, cambios de ritmo, tiros sobre la bocina, robos de balón  y la pose de sobrado de los buenos jugadores de basket. Sería uno de mis ídolos si yo hubiera nacido quince años más tarde. O si él hubiera nacido quince años antes.

Bryant ya escribió hace unos meses un adelanto de epílogo a su carrera. Supongo que fue en twitter, el nuevo diario exhibicionista de los dieces –¿cómo se llama esta década?– de este siglo, antítesis de la libreta escondida en la mesilla, cerrada con llave, de los dieces del XX: “Querido Baloncesto: Estoy preparado para dejarte marchar. Quiero que lo sepas ahora, para que los dos podamos saborear cada momento que nos falte juntos”. Le quedó un  poco cursi, pero espero que lo haya disfrutado.

Mi epílogo a su carrera, en un blog que leerán doscientos millones de personas menos que su tweet, también sale cursi: Kobe Bryant se merece ser el ídolo de los niños de hoy.

Al final me ha salido un clásico: se puede cambiar el nombre de Butragueño y Jordan por el de la niña que te gustaba en el cole, y todos los demás por el del resto de mujeres que vinieron después. Supongo que soy un clásico; lo de jugar a ser el raro de pequeño sólo era una pose, lo único que pasaba es que no me gustaba la misma niña que a todos…

Ah, lo de Earvin entre Magic y Jonhson es importante. Había que saberse eso y comprarse  las converse amarillas en vez de las nike air rojas.

 

7 comentarios en «Un ¿tributo? a Kobe Bryant»
  1. Totalmente de acuerdo. En lo de Magic y en lo de los idolos a los 20 años de edad…
    Y la década pasada? Como se denomina a la década anterior a la actual?

    Saludos

  2. Tengo 29 años y descubrí la NBA a principios de siglo,obviamente en aquella época o eras de Kobe o eras de Shaq.Y yo me decidí por la Mamba,espectacular en cada salto y imparable en el 1 contra 1.
    Me ha encantado tu artículo.

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