Meryl Streep, la guapa que supimos ver.
Meryl Streep, la guapa que supimos ver.

 

Con la edad se producen cambios notables en los gustos de las personas (la verdura, Meryl Streep), aunque no creo en las transformaciones radicales que afectan a la personalidad. Una alteración significativa es que el fútbol deja de gustarte sin condiciones. Los partidos plomizos, antes masticados con entusiasmo, se convierten con el tiempo en tragos inaceptables. Ni siquiera la victoria compensa el aburrimiento. Hablo de un estado muy próximo al descreimiento en que el aficionado, tan generoso durante años, espera ser seducido por el juego. Y espera sentado, habitualmente.

Mal partido, ya lo habrán adivinado. Lo que perpetraron Espanyol y Real Madrid fue un ejercicio de contorsionismo, una batalla siderúrgica, una gimnasia con balón medicinal. Igualados en lo físico, el talento alumbró los goles porque el talento se sujeta malamente con cadenas.

Cuento lo que vi, pero no lo vi todo. Me distraje más veces de las que recuerdo. Sin apartar la vista de la pantalla pensé en cosas completamente distintas, en las horas que han pasado desde mi último paracetamol o en lo que podría escribir ahora. Cuando regresé al partido siempre lo encontré como lo había dejado, con el balón en el aire, perseguido por tipos con armadura.

No es que me haya vuelto un gourmet, no pretendo presumir de nada. Es simplemente que opongo más resistencia a perder el tiempo. Me gusta lo que me gustaba, con leves diferencias. Ahora me gustan las guapas y las que fueron guapas. También las que pudieron serlo. Y con el fútbol me sucede algo parecido. Celebro el buen juego y admito el intento, incluso el aroma. De lo demás huyo, camino de otra ventana o de otro paracetamol.

3 comentarios en «El Real Madrid, el Espanyol y la señora Streep»
  1. Abundando en su situación de desamparo y desgana que compartimos muchos (el paracetamol, crucemos los dedos, no) lo único que se puede añadir es que este Madrid, estos Madrid de los últimos tiempos, son como las películas que perpetra Steven Seagal. Está gordo, lento, abotargado y los enemigos podrían reventarlo en un segundo y sin embargo, milagrosamente, siempre saca un bofetón que pone a su rival a pedir pan por señas.
    Pero eso no evita que sean películas dañinas para el cerebro humano. Steven va partiendo caras, el Madrid va goleando pero ambos aburren a los corderos. Ambos viven más de rentas que de realidades.

  2. La edad ayuda a ser más selectivo en general, con 40 año el tiempo se valora más y mejor que con 20. Por otro lado la indigestión de fútbol a la que nos someten (y a la que nos sometemos) tampoco ayuda.

    Nunca creí que diría esto pero estoy deseando que vuelva el fútbol de fin de semana, sólo de fin de semana.

  3. Me uno a esta corriente pesimista que no nos permite disfrutar de un equipo que acaba de igualar un record impresionante a costa de no dar 4 pases seguidos.
    Un equipo que tiene a dos peloteros como James e Isco en el banquillo semana tras semana tiene por castigo el aburrimiento.Por más que ahora se quiera ver en Asensio al nuevo Zidane,no deja de ser un jugador menor a Isco…Aunque la desgana del malagueño le haga olvidar por momentos que él tuvo al Bernabeu rendido a sus pies.
    Lo mismo me pasa con Bale,donde otros ven a un futbolista sublime yo no logro ver más allá de un excelso atleta que a veces hace algo bien con la pelota.Sus regates son darle hacia delante a la pelota y meter el cuerpo,cosa que hace mejor que nadie,pero claro,querer adorar eso cuando a 20 metros tienes a Modric,Marcelo e incluso Asensio…En fin.

    Y hasta aquí mi lamento.Espero que sigan cayendo records y que lo que ahora es un depredador de victorias logre unir a smejante hazaña algo de juego bonito.

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