Gran póster, película floja.
Gran póster, película floja.

 

Es imposible no suspirar por lo que hubiera sido Aliados en manos de Hitchcock o Tarantino. Lo que hubiera sido en manos de Scorsese ya lo sabemos: Infiltrados. Hay que culpar del intento fallido al director Robert Zemeckis, cineasta de otros territorios: Náufragos, Forrest Gump…. Lo que pudo ser una buena película, con los ingredientes que casi siempre funcionan (amor, guerra, espías), se queda en un entretenimiento menor. El primer error, y es grave, es que la historia arranca saturada de color en un lugar que pretende ser Casablanca durante la Segunda Guerra Mundial. Por favor, Zemeckis. La Casablanca auténtica, aunque no lo fuera, se rodó en blanco y negro, con aeropuerto neblinoso y con un local de culto, el Rick’s Café Americain. Cualquier otra recreación es, por definición, una mala copia.

La siguiente aberración del director es desaprovechar a dos actores como Brad Pitt y Marion Cotillard, principal reclamo de la película. No funciona ninguno, ni juntos ni por separado, no hay química, ni sexo, ni lumbre para encenderse el cigarro ni calor para templarse el café. Es materialmente imposible que tuvieran una aventura amorosa durante el rodaje, porque estas cosas salpican, salvo que el empeño de ambos haya sido fingir lo contrario para engañar a Angelina, en cuyo caso merecen un par de Oscars.

A Pitt se le intentan restar diez años con un maquillaje de escayola y un tinte digno de Bigote Arrocet. No lo necesita, por Dios. Mejor hubiera sido cambiar el guión y transformar al joven piloto de la RAF en un militar madurito, más currado, más canalla y más creíble. Y qué decir de Marion Cotillard que no traicione nuestro amor. Su interpretación resulta gélida cuando debía ser memorable, probablemente porque ella no es una femme fatale o porque no necesita sobreactuar para serlo. En bastantes ocasiones, el ojo de Zemeckis está más concentrado en el grano de su frente que en sus ojos azules, lo que es un pecado imperdonable porque es un pecado contagioso.

No hay desgarro, y debería. No hay suspense, aunque nos ponen el mantel y nos piden que nos sentemos. No hay ritmo, ni secundarios que sostengan la película. Como ya ha quedado dicho, no hay director. Quizá sólo faltaba eso.

Un comentario en «Aliados: partido amistoso»
  1. No estoy de acuerdo con la crítica. A mí me parece una buena película.
    Ese excesivo colorido que comentas de Casablanca me parece una cierto, le da claridad a la película y hace disfrutar de unas escenas limpias. No hace falta humo y polvo para disfrutar de los cielos azules y limpios del norte de África.

    Película entretenida cuya trama principal es destripada por el trailer y le resta interés. Sí que estoy de acuerdo en que se le podía haber sacado más provecho, pero pensar que Tarantino podría haberlo hecho mejor es una optimista especulación.

    Tampoco es una peli para echar cohetes, pero un 7 sí le daba yo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *