Hutton, con el Madrid. Portman, con el Borussia.
Hutton, con el Madrid. Portman, con el Borussia.

 

El Borussia Dortmund es la niña de Beautiful Girls. Me ayudará si han visto la película, pero tampoco es requisito imprescindible. En la reunión de un grupo de cuarentones aparece la interferencia, leve pero significativa, de una chica de quince años, ni uno más y probablemente alguno menos. Si digo que el flirteo del protagonista resulta elegante es porque no es ilegal. Creo recordar que ambos quedan en encontrarse al cabo de cuatro años, o de cinco, convencidos de que no se encontrarán nunca.

Cuando señalo que el Dortmund se parece a la niña de Beautiful Girls no me refiero sólo al atractivo de la juventud recién desenvuelta, sino a que temo que no volvamos a encontrarnos nunca. Sería un milagro que dentro de cuatro o cinco años, cuando se complete el proceso de maduración del equipo, las estrellas del Borussia sigan donde están. Lo más probable es que Weigl, su maravilloso mediocentro de 21 años, acabe fichando por el Bayern de Múnich, este verano o el siguiente. El deslumbrante Démbelé (19) ya habrá excitado la imaginación del PSG y es fácil que cualquier equipo inglés contrate al centelleante Aubameyang. Hasta Reus, el último de Filipinas, abandonará cualquier día la fortaleza, harto de no ganar lo que merece.

De manera que será esta temporada o no será jamás, y el jamás está, en este caso, más cerca que el 2017. Resultaría un milagro que un equipo tan ofensivo y tan expuesto no recibiera la puñalada de algún rival con oficio y barba espesa. El Real Madrid, en el fondo, es el adversario ideal para el Dortmund porque cede el campo que ellos buscan para correr. No dudo en el talento de los chicos de amarillo para dejar a algún ilustre por el camino, pero los siete partidos que conducen al título son un laberinto si viajas sin planos.

Sobre el Madrid no hay mucho más que añadir, salvo que el viento le sigue los pasos. En principio, el empate despeja su horizonte en octavos. Zidane salva su racha, James limpia su nombre y Benzema enseña el colmillo. Lo dijo Drazen Petrovic: cuanto más entreno, más suerte tengo.

Un comentario en «Beautiful Dortmund»
  1. Totalmente de acuerdo, Juanma.

    De hecho, el delantero morenito que lleva el pelo de cresta, al acabar el partido, repito, en ese mismo momento, al ser entrevistado ha confirmado que se pirra por jugar en la Casa Blanca.

    Lo del «one club men» lo veremos ya en otra vida. Como la hermosura protagonista de Beautiful Girls.

    Un bratzo

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