El Madrid tenía flores y el Granada puso el jarrón.
El Madrid tenía flores y el Granada puso el jarrón.

 

Sol en el Bernabéu, sábado en el mundo y sensación general de día de fiesta. Así es completamente imposible vencer al Real Madrid, o llevarle la contraria. Para soñar con algo semejante (y digo soñar) se necesita una noche tormentosa o neblinosa, profundamente desapacible, que sirva como camuflaje para el asaltante. A continuación, conviene parecer débil sin serlo demasiado, con el objetivo de alcanzar los últimos minutos a la mínima distancia de un gol para el que no tenga respuesta Sergio Ramos o su espíritu. Disimular flojera, en definitiva. Asumo que el plan es incierto y gaseoso, pero cualquier otro está condenado al fracaso.

De modo que el anticiclón fue el primer enemigo del Granada, perjudicado después y sucesivamente por el horario, la fecha, la alegría del rival, Isco, Benzema, Cristiano y Casemiro. Por si no fuera suficiente ventaja, el Real Madrid hizo exhibición de joyas en los prolegómenos. Para rendir tributo al Balón de Oro de Cristiano (al último y a los tres anteriores) reunió sobre el campo a los madridistas disponibles que han levantado el trofeo, sin importar al comité organizador que lo hubieran ganado por sus méritos en otros equipos, casos de Owen, Figo o Ronaldo. Sin duda, un hermoso acto de generosidad.

Lo relevante es que el cambio de año no ha alterado el estado de felicidad que vive el Real Madrid desde que Zidane ocupa puesto el banquillo. Ni el récord (39 partidos invicto) ni las vacaciones navideñas han afectado a los hombros o a las piernas de los futbolistas. Las heridas sanan sin medicinas. James ya está curado y de este ambiente de gominola se puede esperar cualquier cosa, hasta la definitiva rehabilitación de Coentrao.

No hay fortuna en esta racha que será plusmarca nacional si el Madrid no pierde en el Pizjuán el próximo jueves. Hay armonía, sensatez y, sobre todo, hay un entrenador que propicia todo lo anterior. Destaquemos sus méritos sin prejuicios y no perdamos de vista que era el Granada, que era fiesta y que hacía sol. Los ogros aguardan y toman nota. Llegarán las tormentas, seguro. Pero no se me ocurre nadie que deba tener menos miedo al futuro que el Real Madrid.

Un comentario en «El Granada puso el jarrón»
  1. 39 partidos invicto (errata en el texto -indicas 29-)

    Este Madrid nos ilusiona, pero ilusión contenida … todavía no nos lo acabamos de creer. Nos gustaría que el estilo «2017» -presión arriba, velocidad, compromiso, calidad, pases, imaginación, etc.- se mantuviera. Ya nos lo mostraron de septiembre a diciembre de 2014, pero de repente se evaporó.
    Hasta el Barsa vuelve a hablar de los árbitros. Sería bueno recordar los comentarios que los jugadores, estamentos del club y prensa catalana hacían hasta hace bien poco, de forma altanera, cuando les beneficiaban de forma recurrente. Todo se va colocando en su sitio … ¡Que siga así!

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