El objetivo de cualquier película debe ser entretener, supongo que en esto estaremos de acuerdo. A partir de aquí, podríamos graduar el entretenimiento y clasificarlo, pero siempre desde la intención básica de captar la atención. Bajo este punto de vista, lo mejor que se puede decir de Figuras Ocultas, y soy consciente de que con esto no me contratarán en Cahiers du Cinema, es que es una película entretenida. Si entramos en detalles diremos que se deja ver sin que el espectador oponga resistencia, pero sin que le importe contestar el Whatsapp, caso de que sea mínimamente necesario. No hay secuestro, por tanto. Ni creo que exista tal pretensión. Figuras ocultas es una película pequeña de aspiraciones que imagino pequeñas y con ellas conviene comprar la entrada.
Podrán decirme que la historia, basada en hechos reales, es relevante como tantas otras de superación y lucha por los derechos civiles. Cierto. Pero el esbozo de comedia domina el relato cuando lo pudo dominar el drama. Y esa elección nos guía por un cuento de hadas que aportan la gratificante novedad de ser negras.
Lamentaría que una película agradable se hubiera convertido en trascendente en atención al género y al color de quien la protagoniza. Ninguna de las actrices principales, convincentes sin oportunidad de ser sublimes, merece la nominación al Oscar y quizá menos que ninguna Octavia Spencer, la que ha sido nominada. Tampoco la película tiene rango para competir por las mejores del año, salvo que sea de poca talla lo que me queda por ver.
A quien se sienta atraído por la presencia de Kevin Costner (siempre hay nostálgicos) le recomiendo Trece días o JFK: hace prácticamente lo mismo y es veinte años más joven. A quien no pueda verla en pantalla grande se le ofrecerá la oportunidad de disfrutarla cualquier tarde de domingo bajo una manta de cuadros sin pérdida de matices y tal vez ganando algunos.
PD: Creo necesario confesar que he escrito esta reseña (crítica, opinión deslavazada) escuchando la Banda Sonora de La La Land. Esa tal Emma Stone no deja de perseguirme.