Relatos de deporte, cine, política y de lo que sea menester

Mes: mayo 2017

La deuda

España y sus fiestas. Y sus juegos.

 


El pasado sábado, al poco de terminar la final de Copa, publiqué un tuit que generó cierto debate entre quienes andaban desvelados. Aquí se puede leer. Desde el mismo instante en que comencé a escribirlo lo consideré una imprudencia. No hace falta ser muy avispado para saber dónde se encuentra la línea de lo políticamente correcto, la frontera de lo moderno y las cavernas de lo casposo. Y digo imprudencia, porque era plenamente consciente de sería asignado a un bando tan poco apetecible como el de los reaccionarios.

La polarización del debate político obliga a una militancia que no admite término medio y el debate catalán es un buen ejemplo. El resultado es que el escenario mediático está ocupado por los extremos, independencia o PP, ofreciendo dos alternativas que no se alimentan de partidarios, sino de refugiados ideológicos.

«You talkin’ to me?» James como De Niro en Taxi Driver

En opinión de la autora, James está así de enfadado.

Por Lila Castro

Un buen día de abril, James Rodríguez de levantó, se dirigió al baño, se afeitó, se miró al espejo y preguntó: ¿Me estás mirando?, ¿Me estás hablando a mí? Y no encontró respuesta. Entonces, insistió con vehemencia: ¿A quién demonios le estás hablando? Miró para todos los lados. Y dijo: “Bien, yo soy el único que está aquí ahora mismo. ¿A quién coño piensas que estás hablando?”. Y ante tanta insistencia, el del espejo, finalmente, le respondió: “Sí, es contigo, ¿ya estuvo bueno, eh?”.

James no es el mejor jugador del mundo (podría ser uno de ellos), pero convendrán que es una estrella. Nadie puede negar el alcance de esa zurda prodigiosa, su calidad técnica, su polivalencia, la precisión de sus pases, la visión que tiene del juego, que se ofrece, que se asocia, que llega al área; un mediocampista que acostumbra a hacer igual número de goles que asistencias, lo que no es usual en su rol, y entre esos goles algunos decisivos y de gran factura, cómo no recordar el del empate en el reciente Clásico.

Largo camino hacia el éxito

Zidane, el hombre. Y la cabeza.

No es de hoy. Es algo que viene de tiempo atrás y no me quisiera remontar al origen de las cosas, no tanto. Hablo de la construcción de un equipo. De la premeditación y de la casualidad. De la primera piedra. Podría parecer que el éxito que ahora se celebra y que debería tener continuación en Cardiff comenzó con el fichaje de Cristiano Ronaldo en 2009, pero arrancó antes. Diría que con la llegada de Sergio Ramos en 2005 y la de Marcelo en 2007, aunque estoy dispuesto a dejarme corregir por alguien con visión más panorámica. Si hago notar los años es para incidir en que el éxito es compartido por dos presidentes antagónicos y por los directores deportivos que hubo hasta que dejó de haberlos. Estoy convencido de que Capello también dejó algo relacionado con la determinación. Y no niego la importancia del músculo que aportó Mourinho. La superioridad física del Real Madrid ha sido fundamental para inclinar unos cuantos títulos, y me vienen tres a la cabeza, los que se resolvieron más allá del tiempo reglamentario.

#LaDiferenciaPelayo: Dos listas y dos Españas

Lo pienso sin decirlo muy alto, pero lo pienso: la lista de la Sub-21 resulta más atractiva que la convocatoria de la Absoluta. Leo a quien asegura que hay más talento entre los jóvenes que en la Selección A. Yo no llego a tanto. A mi modo de ver, la cuestión no tiene relación con el talento, sino con la ilusión. Los chicos no están gastados, lo que significa que no arrastran decepciones, tampoco títulos, es cierto, pero ni una sola decepción. Y además, o partir de ahí, componen un grupo con encanto que tiene futuro y presente.

Si te gusta jugar, la pregunta es inevitable: ¿tendría opciones la Sub-21 en el Mundial del próximo año? O haciendo más corta la proyección: ¿podría clasificarnos para ese campeonato como primera de grupo? Yo creo que sí, y lo digo con toda la certeza que nos permite lo indemostrable. Pero la idea no es excluyente. Con lo que estoy fantaseando es con un equipo Sub-21 salpimentado con veteranos irrenunciables. No al revés. Pongo por caso: De Gea; Carvajal (Odriozola), Ramos (Yeray), Piqué (Meré), Gayá (Alba); Busquets (Soler), Marcos Llorente (Saúl); Williams (Silva), Isco (Iniesta), Asensio (Vitolo); Morata (Aspas). Escribo a vuela pluma y podríamos discutir sobre las titularidades y las alternativas, pero sospecho que no discutiríamos sobre mucho más.

Cristiano, la roja y la paranoia

Tarjeta roja. Bang. Hágase a un lado que me enfocan a mí.

 

Pensaba comenzar escribiendo que todo transcurría con placidez hasta que el árbitro expulsó a Iago Aspas, pero es mentira. Una población considerable de espectadores, debo suponer que madridistas, se sentían ofendidos por la ferocidad del Celta, como si lo educado hubiera sido una moderada apatía, presión mínima y renuncia a disputar los balones divididos. En vez de valorar la capacidad del Real Madrid para sobreponerse al fervor de su adversario (con cierta facilidad, además), ese número indeterminado de seguidores se concentró en el sospechoso interés del Celta por ganar el partido.

Sensación de vivir

Nacho, en algún lugar o en todos.

Nacho, en algún lugar o en todos.

 

Hay varias formas de enfocar la crónica. La primera es por la proximidad del título. En ese caso el partido es intrascendente porque el resultado lo ocupa todo. Salvado otro escollo, una victoria y un empate (o viceversa) bastarán para dar el primer paso al doblete. Asumo que esta afirmación inquieta a los madridistas porque está instalado que anticipar una conquista es una buena manera de frustrarla, pero insisto pese a todo. El Real Madrid se encuentra a tres partidos de cumplir un viejo sueño: no dejarse plata por el camino. Y las supersticiones carecen de sentido, porque los lobos no acarician las patas de los conejos, se los comen.

El diluvio que vino tarde

Llegó con retraso, ahí estuvo todo.

Llegó con retraso, ahí estuvo todo.

 

—Mono, ¿cómo va la tormenta?

—Está en Segovia, Míster, va camino de Los Angeles de San Rafael.

—Cojonudo, pero jugamos en el Calderón.

—Viene, viene, ya la huelo, carajo.

—Que venga pronto porque nos marcan. Mono, hay que joderse, cumplen los chicos, pero nos falla el cielo.

—Su reputísima, hasta el Meteosat es del Madrid.

Granada, tierra soñada

Aquí vive Tony Adams y es raro que quiera marcharse.

Aquí vive Tony Adams y es raro que quiera marcharse.

El retraso en la crónica tiene explicación para quien lo haya notado y a quien le pasó inadvertido puede saltar al siguiente párrafo o al de más allá. Si la tradición ha sufrido una ligera alteración horaria es por un doble motivo: considero un buen ejercicio saltarse las obligaciones autoimpuestas (al menos una vez año) y ayer se celebró el 50 cumpleaños de Nacho Fajardo, primo totémico y defensa central paradigmático (libre, pivote, lateral y domador de Mikasas en campo de tierra), con lo que en ningún caso hubo traición al fútbol sino profundo homenaje al balompié.

El Real Madrid le arrancó la armadura al Atlético

El Atlético, camino de vestuarios.

El Atlético, camino de vestuarios.

El fútbol colecciona paradojas. La mejor plantilla del Atlético fue la que menos resistencia opuso al Real Madrid en su cuarto enfrentamiento consecutivo en Copa de Europa. Los tomamos por agoreros supersticiosos, pero tenían razón quienes advirtieron que la excelencia en el juego era una aspiración contra natura. Y no porque el Atlético tenga vedado el buen fútbol, sino porque el mejor Atlético de la historia, el de Simeone, se ha construido como candidato a base de disciplina y hierro, a golpe de cálculo infinitesimal. A partir de la conciencia de su inferioridad y reduciendo al mínimo el margen del azar, los futbolistas llegaron a entender que el máximo esfuerzo era la única escapatoria. Cambiar el modelo era arriesgar el resultado.

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