El problema de reírse de Franklin es que Franklin se ría de ti.

Mbappé es un delantero especial que recuerda en ciertas cosas al Ronaldo brasileño, al de sus primeros años. Esto no se discute. Lo que se puede cuestionar, y creo que resulta hasta saludable, es la conveniencia de pagar 180 millones de euros por un chico de 18 años que tiene tantas posibilidades de convertirse en estrella como de quedarse ‘solamente’ en un buen futbolista. Hay algo obsceno en esa cantidad de dinero, tanto desde el punto de vista deportivo como desde una perspectiva social, incluso económica.

En primer lugar, el Real Madrid, actual campeón de Europa y de Liga, no necesita a Mbappé para afianzar su dominio en el fútbol mundial. Dicho de otra manera: no precisa a nadie que le rescate. Suponer que el muchacho garantizará el éxito en los próximos diez años es algo más que aventurado. Ahora mismo, hay más razones para pensar que el jugador del futuro será Asensio, que costó 3,5.

Deportivamente, no hay motivo alguno para tener prisa. Y no me sirve el argumento de que amenazan el Barça, el PSG o los gigantes de Manchester. Que amenacen. Y que el chaval decida donde quiere jugar. Entiendo mal que el mejor club del momento, el que actualmente ofrece más alicientes deportivos por títulos y plantilla, sea también el que más dinero ponga sobre la mesa. Siempre he pensado que deberían ser los otros quienes intentaran compensar con dinero las ventajas que ofrece jugar en el Real Madrid.

Y socialmente, qué decir. Me ahorraré las demagogias y las comparaciones con el PIB de algunos países del mundo. Sólo apuntaré la extrañeza que me causa que los socios, los dueños del club según gusta repetir, no hagan ninguna puntualización al respecto. Al contrario. El madridismo radical cierra filas para señalar como saboteadores y falsos madridistas a todos aquellos que plantean dudas o hacen críticas. Es una actitud que recuerda mucho a la expresión que acuñó el desaparecido ejército de Lopera: “Lo que diga don Manué”.

Insisto, Mbappé es un futbolista distinto con enormes posibilidades. Pero no tanto como para perderle el respeto al dinero. Que despilfarren otros. Por ejemplo, los que llevan dos años o toda una vida sin ganar la Copa de Europa.

2 comentarios en «Mbappé o el riesgo de perderle el respeto al dinero»
  1. ¿Y no será que el respeto al dinero ya se perdió hace mucho?yo calculo que en los albores de Maradona.Hace 40 años,más o menos,se cruzó ese límite,y no me parece demagógico cuestionarlo,al revés,es muy pertinente.
    Lo que sentimos ahora,más que escándalo, es asombro.fascina como si fuese un récord estratosférico pero con una peculiaridad: Uno no espera ver batir ciertas marcas con asiduidad.Incluso tememos,y por eso las admiramos(vale,lo reconozco: resultan sospechosas),que algunas ya no las veremos batidas.Sin embargo el fichaje más caro de la historia se bate casi todos los veranos.Si no es éste ,será el próximo.No tenemos ninguna duda.

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