
Nacho, en algún lugar o en todos.
Hay varias formas de enfocar la crónica. La primera es por la proximidad del título. En ese caso el partido es intrascendente porque el resultado lo ocupa todo. Salvado otro escollo, una victoria y un empate (o viceversa) bastarán para dar el primer paso al doblete. Asumo que esta afirmación inquieta a los madridistas porque está instalado que anticipar una conquista es una buena manera de frustrarla, pero insisto pese a todo. El Real Madrid se encuentra a tres partidos de cumplir un viejo sueño: no dejarse plata por el camino. Y las supersticiones carecen de sentido, porque los lobos no acarician las patas de los conejos, se los comen.