Meersman, ganador y superviviente.
Meersman, ganador y superviviente.

 

Entrevistado por TVE al finalizar la etapa, Samuel Sánchez reflexionó sobre la suerte y sobre el tiempo: “Los días pasan despacio y los años, volando”. Después se reservó un recuerdo para las víctimas del terremoto de Italia. No pudo aprovechar mejor el minuto frente al micrófono: claro y elegante. Si le apetece y le gusta será un brillante comentarista de ciclismo o un magnífico presentador del Telediario, tal vez un prometedor diputado por Asturias.

Samuel desmiente el tópico del ciclista rudo y de pocas palabras, si es que todavía hiciera falta desmentirlo. Juan Antonio Flecha, que a sus comentarios en Eurosport añade simpatía y sentido del espectáculo, ha elevado la categoría del ex corredor que opina: ha demostrado que los hispano parlantes no tenemos ninguna deformación en la laringe que nos impida hablar inglés correctamente.

Samuel libró la caída que fulminó a un puñado de ciclistas en la llegada a Lugo. Entre los peor parados estuvo Kruijswijk, aquel holandés de hombros anchos y fino esqueleto que perdió el Giro por estrellarse contra un talud de nieve. Bien, pues ahora, tres meses después, tendrá recuperarse, al menos, de una fractura de clavícula. Esa es la suerte (mala) de la que hablaba Sánchez, la misma que respetó esta vez a Contador, que saltó sobre un caído al que sí alcanzó la bala.

Mejor no imaginar lo que hubiera sucedido hace tan sólo trece años, cuando no era obligatorio llevar casco y casi nadie se lo ponía, incluida la liga de los defensores de la melena al viento. La cabeza es la única parte del cuerpo que puede protegerse el corredor (casi un nudista con badana), como bien entendió Jean Robic, ganador del Tour de 1947 y usuario referencial de la primitiva chichonera. Robic, hombre testarudo, sufría frecuentes quebraderos de cabeza, dicho en sentido absolutamente literal. Les recomiendo que lean (o relean) Plomo en los Bolsillos, ese estupendo libro de Ander Izagirre.

Ganó Meersman, que es un sprinter en el cuerpo equivocado, y mantuvo el liderato Atapuma, que es un escalador con el chásis de un ultraligero. También vencieron el resto de los supervivientes. Con bici o sin ella, la victoria consiste en salvar la cabeza.

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